Por ahí viene el Lobo


Por. Milton Picon Diaz

humillacionateismo_thumb3Por cuantos años se venía advirtiendo que el país ( entiéndase las administraciones partidistas de turno ) no podían seguir gastando de la manera en que lo hacían. Ya este último año se venía escuchando vez tras vez la historia de ¡por ahí viene el lobo de la degradación del crédito! Algunos ( los pocos ) veían con preocupación lo que se venía acercando. Los otros ( los muchos ) o no le importaba por que desconocían del asunto, o sencillamente no lo creían, preferían creerle los cuentos a los mismos que históricamente son responsables de toda esta debacle. Esta semana veíamos a una serie de pasados gobernantes sacudiéndose de encima la culpa y lavándose las manos como Pilato. Mea culpa de nadie. Es triste.

Pero, ¿cómo es posible que un gobierno no se diera cuenta de que la responsabilidad que se le exige a cualquier unidad familiar de nuestro país, de tener un presupuesto balanceado, de no gastar más de lo que se gana, de no embrollarse, era una receta que ellos mismos podían ignorar. De la misma forma y manera en que una familia se va a la quiebra cuando no se es buen administrador de lo que se tiene, le pasa también a los gobiernos de turno.

¿Que papel juega la Iglesia en un tiempo de crisis como este? Bueno, si alguien debe de conocer el principio de siembra y cosecha deberíanos ser nosotros los creyentes. Todos somos responsables del debacle. El Gobierno carga la mayor parte de la responsabilidad, pero la Iglesia en Puerto Rico no puede asumir la misma actitud que asumieron los ex-gobernadores esta semana. Aquí en Puerto Rico la iglesia en una buena parte se acomodó con el sistema, con el llamado “ensueño americano” y hasta lo justificamos el derroche, la opulencia y la avaricia. La predicación en contra del materialismo no fue abundante, mientras por otro lado veíamos corrientes teológicas con mucho elemento de ser “grandes, influyentes y respetados ( y no necesariamente como la Biblia lo enseña, sino como lo enseña este mundo y lo condena la Palabra de Dios en 1 Juan 2:16 que dice: ” Porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que ofrece el mundo: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas” Versión Dios Habla Hoy ) y de tener y tener.

Muchas personas, incluyendo a creyentes hicieron del factor económico un “dios”, uno que ha empezado a desmonorársele frente a sus propios ojos. Lo único bueno de las crisis es que obligan al hombre a mirar hacia arriba, a reflexionar de que no es lo material lo que llena, como nos los venden las agencias de publicidad y los mercaderes del templo. Al gobierno se le acabó el “free for all” de las tres “b” ( baile, botella y baraja ) se le acabaron los chavos para malgastar y pocos le prestarán para pagar su monumental deuda.

Así es que en un momento que se acerca con rapidez,sino es que ya llegó y esta aquí, la abundancia cese y la escasez aumentará,. En momentos así es donde la gente estará más receptiva a los cosas espirituales. Todos estos elementos de la actual crisis tienen que pasar a ser parte de la agenda de trabajo de la iglesia, al igual que retornar a los fundamentos del pasado que eran sanos y que aunque esbozados siglos atrás, hoy tienen más importancia que nunca. De la Reforma Protestante, los evangélicos sacamos consejos valiosos en lo relacionado a la economía y mayordomía: salario justo por labor realizada, ahorros para los tiempos dificiles y cero endeudamiento. La doctrina social católica va en la misma línea. Ha llegado el tiempo de unirnos como país para hacerle frente a otra amenaza más. Poniendo toda nuestra fe y confianza en el Todo Poderoso y sus leyes y principios eternos lo podremos lograr. Todo comienza con nosotros los creyentes: ” y si mi pueblo que lleva mi nombre, se humilla, ora, me busca y deja su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonare sus pecados y devolveré la prosperidad a su país” ( 2 Crónicas 7:13 Versión Dios Habla Hoy )