¿Nuevo Día o Nocivo Día?


Morality in Media de Puerto Rico: Apoyamos 100% la iniciativa de este grupo de católicos, que se han puesto de pie en favor de verdad y su fe. Estas empresas periodísticas se han convertido en el enemigo más grande que tiene la familia natural, el matrimonio y los valores morales que emanan de la tradición judeo-cristiana. Dejaron de ser un medio objetivo e informativo para convertirse en fotuteros de la inmoralidad, el engaño, la prensa parcializada y echada de brazos con el gobierno actual. El Nuevo Día, Primera Hira, Índice y otros negocios dejaron a un lado la verdad y el balance a la hora de reportar para abrazar, alentar, proselitizar y servirle de instrumentos de propaganda a las ideologías de la homosexualidad, adulterio, fornicación, feminismo de género y cuanta perversión uno pueda imaginarse.

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¿Nuevo Día o Nocivo Día?

De Nuevo Día a Nocivo Día. Ésta parece ser la carrera en la que se ha enfrascado lo que en una época era un periódico respetable.

Veamos algunos titulares recientes del Nuevo Día, o de su primo hermano Primera Hora:

“¿Cómo saber si tu pareja te engaña?”
“Diez famosas robanovios”
“Sexo con un amigo fortalece la amistad”
“Acechada por los hombres”
“¿Se puede amar a dos o tres personas a la vez?”

Hay muchos más de similar calaña, pero el pudor nos obliga a callar. Ni hablar deÍndice, el más reciente engendro de GFR Media (Grupo Ferré Rangel). Estos “periódicos” parecerían estar obsesionados con el tema de las relaciones sexuales desenfrenadas (la infidelidad, la pornografía, el llamado amor “libre” o “casual”, el poliamor, las relaciones extra- y prematrimoniales, etc.) y precoces. Por ejemplo, el último artículo que enumeramos (publicado el 30 de septiembre de 2013), concluye que “en el amor y las relaciones, al parecer, no hay límites.” Cita una “sexóloga” que alega que el poliamor “puede darse entre mujeres, hombres, o transexuales” y que “es un amor ‘normal’, más socializado, donde no hay engaños sino simplemente sinceridad y permiso para compartir con otra persona desde el amor, la confianza y la entrega.”

Rara vez estos artículos informan sobre los graves daños físicos, emocionales y sociales que provocan tales comportamientos. ¿Es correcto presentar estas conductas como saludables o, incluso, deseables? De mencionar alguna crítica, la salvedad de que proviene de sectores “conservadores” o “religiosos” no se hace esperar. ¿No deben usarse unos espacios “noticiosos” para fines constructivos?

Dichos rotativos parecen también estar obsesionados con adelantar la ideología de género, la “igualdad” de todo arreglo matrimonial y familiar, y la legalización de la marihuana, tal como lo demuestran su apoyo abierto y consistente a los recientes proyectos legislativos sobre estos asuntos y otros relacionados. Consideremos lo siguiente:

  • En la discusión en torno al P. del S. 238 (que estableció la política pública en contra del discrimen por orientación sexual e identidad de género en cualquier gestión gubernamental, pública o privada), la posición del Nuevo Día fue clara. En “Un mundo paralelo de discrimen” (26 de mayo de 2013), se afirmó que “los rostros del discrimen por orientación sexual o identidad de género en el empleo existen y tienen historias espeluznantes de los vejámenes e injusticias a las que han sido sometidos no solo en el ámbito laboral sino hasta en agencias gubernamentales.” Los términos cargados saltan a la vista. No se menciona que muchos cuestionan la existencia de tales “historias.”
  • En “Reina la diversidad en las familias puertorriqueñas” (28 de septiembre de 2013), que cita a una representante del Proyecto Matria y el Comité Amplio para la Búsqueda de la Equidad (CABE) (grupos de activismo feminista y LGBTT), se alega que “55% [de las familias] no se apegan al modelo tradicional”. Destaca que la “familia de papá y mamá con hijos” es la minoría. No subraya que las familias “no tradicionales” también incluyen parejas casadas sin hijos, y hogares encabezados por mujeres u hombres, o una sola persona. Lo cierto es que los hogares compuestos por dos o más personas que no son familia (incluye parejas homosexuales) son sólo el 6.8%, mientras que la familia tradicional constituye la porción mayor de la sociedad, con un 48.4%. Tampoco reconoce que el “modelo tradicional” ha demostrado ser el contexto más adecuado para la crianza de los niños. Por el contrario, el artículo resalta de modo elogioso una pareja de lesbianas (incluye vídeo), una “familia diversa” con un hijo. Sólo cita profesionales que insisten en que estos arreglos no afectan la crianza de los niños y adjudica la crítica a sectores “conservadores” o “religiosos.”
  • El artículo “Gemelos de Ricky Martin hablan tres idiomas” (26 de septiembre de 2013), acompañado también de un vídeo, celebra el arreglo familiar del conocido cantante.
  • El artículo “Mitos y realidades de la marihuana” (23 de septiembre de 2013) cita a un solo “experto”, cuya posición es, en general, favorable al uso de dicha droga. Por ejemplo, afirma que “nueve de cada cien personas que la fuman pueden desarrollar dependencia” mientras que 50% de los que usan nicotina o café “desarrollan dependencia.” La implicación, falaz por demás, es que la marihuana es menos peligrosa por, alegadamente, ser menos adictiva que la nicotina o el café. No menciona, por ejemplo, que muchas veces la marihuana es el primer paso para el uso de drogas aún más perjudiciales como la heroína y la cocaína. De esto dan fe los valientes testimonios ante la Legislatura de jóvenes del Hogar CREA. Por el contrario, el artículo afirma que “no hay evidencia concluyente”, a pesar de los muchos testimonios de drogadictos o ex drogadictos que atestiguan lo opuesto.

Ninguno de estos “reportajes” presenta el otro lado del asunto. En ningún momento se discuten los efectos negativos sobre los niños de la ideología de género o de la crianza por parejas del mismo sexo. Artículos que presenten el otro lado de la moneda sobre éstos, y los demás temas que hemos enumerado, brillan por su ausencia.

Sabemos que los editores de cualquier medio noticioso tienen el derecho a expresar sus posiciones. Para eso existe una sección editorial. Sin embargo, dedicar parte significativa del rotativo a dichas opiniones y presentarlas como información objetiva, o de equilibrado corte periodístico, desvirtúa el papel de la prensa en una sociedad democrática. Publicar artículos como si fueran información objetiva y equilibrada cuando en realidad reciclan la página editorial falta a la verdad y al respeto que merecen los lectores. ¿Cómo puede nuestro Pueblo ejercer el mejor juicio si sus fuentes son realmente propaganda con enchape periodístico? ¿No deben los periodistas — y los dueños de los rotativos — utilizar sus talentos, recursos y poder para informar a sus lectores?

¿Por qué producir periódicos que, pudiendo contribuir al bienestar del País, contribuyen a corromper las mentes y destruir vidas? ¿Por qué servir de foro para legitimar prácticas que aumentan la incidencia de familias rotas, de soledad, depresión, abuso infantil, violencia doméstica, enfermedades venéreas, adicciones de todo tipo (por ejemplo, promiscuidad, pornografía, drogadicción, etc.), e incluso muertes?

¿Es correcto patrocinar estos “periódicos”? ¿No somos cómplices si seguimos comprándolos? Hay decenas de formas mejores para invertir lo que derrochas en comprar el Nulo Día, perdón, Nuevo Día. ¿Qué tal un buen libro o una buena película? ¡Por tu salud y la de los tuyos!

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Extraido de: www.fielesalaverdad.org